Mujeres en el ojo de la tormenta
En estos días, hablar de la violencia a la mujer significa introducirse a un tema complejo y difícil de abordar. La diversidad de opiniones y discusiones abarcan desde las charlas de café hasta los pasillos de los tribunales federales.
Todas las personas saben de al menos 1 caso de una mujer que fue asesinada, quemada o masacrada a golpes por su marido, cónyugue o pareja. Hechos que fueron públicos de gran difusión u otros que pasaron en el barrio o de índole privado que nunca llegaron a ser conocidos de manera masiva. Lo que esto significa es que todos los días ocurren casos de violencia. A cada minuto miles de mujeres sufren de maltrato físico o psicológico y en los peores de los casos, caen en manos de hombres que terminan con su vida.
Hombre – Mujer: perfiles de la violencia
En la antigüedad, hacia mediados del siglo xx, existía una sociedad donde el hombre y la mujer estaban fuertemente separados en cuanto a la importancia de sus roles dentro de la familia como en la vida social.
Con el correr del tiempo, eso cambió. En consecuencia de la crisis económica, la mujer tuvo que salir a trabajar para ayudar a su marido a sostener los gastos de la familia. Y eso hoy es común, la figura femenina se impuso cada vez mas entre la sociedad y gracias a las posibilidades de formación academica y laboral, millones de puestos de trabajos están ocupados por ellas. Por lo tanto se está logrando la igualdad de condiciones sociales y laborales entre lo masculino y lo femenino.
Sin embargo, desde la antigüedad a estos días, las mujeres se ven atrapadas en manos de hombres que ejercen poder sobre ellas y las lastiman en forma violenta.
